Vaya título: pues de todo, de nada o cuarto y mitad… depende de ti. Conil, al sur, del sur, en plena costa de la Luz de Cádiz se sale del mapa de lo cotidiano, de la tediosa rutina diaria para refrescarte y relajarte a partes iguales.
¿Quieres descansar?
Conil es tu sitio. Por sus playas semivírgenes, kilométricas, arenosas y por sus calas escondidas entre acantilados, en las que puedes simplemente ESTAR, que no es poco… Una toalla en la que tumbarte, unas gafas de sol que filtran la hermosa luz sureña, el murmullo de las olas atlánticas, la quietud y tranquilidad de las horas primaverales…
Conil es cerrar los ojos y sentir el calorcito y la brisa marinera.
¿Quieres marcha?
Conil es tu sitio. Por sus restaurantes de sabor a mar y vinos del sur, y por sus bares y pubs nocturnos, en los que puedes simplemente DISFRUTAR, olvidarte de todo y pasarlo realmente bien rodeado de buenos amigos. Música, copas, brindis, baile, gente, baños nocturnos en el mar, simpatía por doquier…
Conil es cerrar los ojos y dejarte llevar al son de la música, los ritmos y las risas de allí.
¿Quieres activarte?
Conil es tu sitio. Parque Natural de la Breña, Marismas de Barbate, pinares de Roche, acantilados al borde del océano, rutas verdes entre pueblos y deportes salpicados de mar, con los que puedes simplemente EMOCIONARTE, sentir que la naturaleza se pone a tus pies. En senderos arenosos entre pinares o sobre una tabla de surf, en bicicleta conociendo el paisaje costero con sus indomables playas, torres vigías, faros, dunas y yacimientos romanos, o las estampas de interior con sus vías pecuarias, campiñas andaluzas, viñedos y cortijos…
Conil es cerrar los ojos y sentir el frescor de las olas al romper contra los acantilados rojizos.
Tantas son las opciones, las vivencias y experiencias que puedes sentir en Conil que no te lo podemos contar, tendrás que venir a vivirlo tú mismo. En una casa rural entre pinares, en un apartamento con terraza y vistas a la playa, en una casa de pueblo típicamente marinera, en un hotelito con el encanto de las acogedoras costumbres conileñas o en un gran complejo hotelero para que no te falte de nada. Tú decides. Es tu momento para VIVIR Conil de la Frontera a tu manera.
Vaya título: pues de todo, de nada o cuarto y mitad… depende de ti. Conil, al sur, del sur, en plena costa de la Luz de Cádiz se sale del mapa de lo cotidiano, de la tediosa rutina diaria para refrescarte y relajarte a partes iguales.
¿Quieres descansar?
Conil es tu sitio. Por sus playas semivírgenes, kilométricas, arenosas y por sus calas escondidas entre acantilados, en las que puedes simplemente ESTAR, que no es poco… Una toalla en la que tumbarte, unas gafas de sol que filtran la hermosa luz sureña, el murmullo de las olas atlánticas, la quietud y tranquilidad de las horas primaverales…
Conil es cerrar los ojos y sentir el calorcito y la brisa marinera.
¿Quieres marcha?
Conil es tu sitio. Por sus restaurantes de sabor a mar y vinos del sur, y por sus bares y pubs nocturnos, en los que puedes simplemente DISFRUTAR, olvidarte de todo y pasarlo realmente bien rodeado de buenos amigos. Música, copas, brindis, baile, gente, baños nocturnos en el mar, simpatía por doquier…
Conil es cerrar los ojos y dejarte llevar al son de la música, los ritmos y las risas de allí.
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Conil es tu sitio. Parque Natural de la Breña, Marismas de Barbate, pinares de Roche, acantilados al borde del océano, rutas verdes entre pueblos y deportes salpicados de mar, con los que puedes simplemente EMOCIONARTE, sentir que la naturaleza se pone a tus pies. En senderos arenosos entre pinares o sobre una tabla de surf, en bicicleta conociendo el paisaje costero con sus indomables playas, torres vigías, faros, dunas y yacimientos romanos, o las estampas de interior con sus vías pecuarias, campiñas andaluzas, viñedos y cortijos…
Conil es cerrar los ojos y sentir el frescor de las olas al romper contra los acantilados rojizos.
Tantas son las opciones, las vivencias y experiencias que puedes sentir en Conil que no te lo podemos contar, tendrás que venir a vivirlo tú mismo. En una casa rural entre pinares, en un apartamento con terraza y vistas a la playa, en una casa de pueblo típicamente marinera, en un hotelito con el encanto de las acogedoras costumbres conileñas o en un gran complejo hotelero para que no te falte de nada. Tú decides. Es tu momento para VIVIR Conil de la Frontera a tu manera.